Hace poco visité el museo de Salvador Dalí en San Petersburgo, Florida. Me impresionó no sólo la obra de Dalí, sino también el propio museo. Se trata de un museo de vanguardia, tecnológicamente avanzado y de categoría mundial, que expone muchísimas de sus obras, pero también proporciona información sobre su personalidad y lo que motivó sus pinturas.
En los últimos años, me interesé por Dalí y tuve la suerte de visitar su casa y su museo en Figueres, España, hace tres años. Fue toda una experiencia. Dalí era un pintor surrealista, y muchos de sus cuadros parecen no tener sentido. Sin embargo, una vez que se comprenden sus influencias, se pueden entender sus cuadros.
Dalí estuvo muy influido por Picasso, así como por el libro de Sigmund Freud La interpretación de los sueños, con su énfasis en el inconsciente. Muchos de los últimos cuadros de Dalí contienen imágenes sexuales distorsionadas, deseos inconscientes y objetos que desafían las formas y tamaños tradicionales. Observar sus cuadros exige fijarse en los detalles e intentar comprender el valor de choque de algunas de sus imágenes. No es una pintura para mirar y admirar sin más. Requiere que hagas un trabajo mental, pero la recompensa es comprender la complicada y muy difícil vida de este artista tan singular.
Recomiendo encarecidamente un viaje a este museo de St. Pete, ya que es toda una experiencia de aprendizaje y disfrute en una ciudad preciosa. Como mínimo, mira algunos de sus cuadros e intenta averiguar qué intenta decir con sus obras.
