21 de marzo de 2019
Hace poco, empecé a escuchar podcasts. Me sentí como si hubiera descubierto un mundo nuevo. Parece que hay un podcast sobre casi cualquier cosa. He descubierto que los que escucho son entretenidos y muy agradables. Están bien producidos y narrados. El suspense de algunos de ellos te mantiene literalmente al borde del asiento. La tecnología actual te permite escucharlos virtualmente estés donde estés y te ayuda a pasar el tiempo rápidamente mientras conduces, vuelas o simplemente esperas a alguien. Desde misterios hasta enseñanzas, los podcasts son muy entretenidos.
Escuchar podcasts no es muy diferente de lo que hacían nuestros padres o abuelos, que se entretenían con la radio porque no había otra cosa. Programas como «Dragnet» o «La Sombra» eran antiguas series radiofónicas y, en muchos sentidos, equivalentes a lo que escuchamos ahora. Pero la tecnología ha mejorado los podcasts y podemos escucharlos en nuestros teléfonos móviles, ordenadores o tabletas.
Los viejos programas de radio, como las máquinas de escribir y los discos de vinilo, se han puesto muy de moda entre las generaciones más jóvenes. ¿Significa esto una revuelta contra la tecnología? Probablemente no. Pero quizá sea una reacción contra las redes sociales, la tecnología inteligente en constante desarrollo y la complejidad de la vida moderna. Parece haber un interés creciente por las cosas antiguas, las que son mecánicas y hacen ruido, las que no son perfectas y las que se pueden arreglar en vez de tirar. Utilizar máquinas de escribir en lugar de ordenadores y escuchar discos de vinilo en lugar de canciones descargadas se han puesto muy de moda y parecen estar en alza. A mucha gente le gusta ahora jugar a máquinas mecánicas de pinball e incluso a viejos juegos de arcade como Space Invaders o Pac Man.
Creo que es estupendo tener tanto lo viejo como lo nuevo. Pero me pregunto si volverán algún día las plumas estilográficas, los teléfonos de disco y el papel carbón. Quizá haya un podcast sobre eso.
Me encantaría que me lo dijeras. Envíame tus pensamientos y los publicaré en el blog del mes que viene.
. Me sentí como si hubiera descubierto un mundo nuevo. Parece que hay un podcast sobre casi todo. Los que yo escucho me parecen entretenidos y muy agradables. Están bien producidos y narrados. El suspense de algunos de ellos te mantiene literalmente al borde del asiento. La tecnología actual te permite escucharlos virtualmente estés donde estés y te ayuda a pasar el tiempo rápidamente mientras conduces, vuelas o simplemente esperas a alguien. Desde misterios hasta enseñanzas, los podcasts son muy entretenidos.
Escuchar podcasts no es muy diferente de lo que hacían nuestros padres o abuelos, que se entretenían con la radio porque no había otra cosa. Programas como «Dragnet» o «La Sombra» eran antiguas series radiofónicas y, en muchos sentidos, equivalentes a lo que escuchamos ahora. Pero la tecnología ha mejorado los podcasts y podemos escucharlos en nuestros teléfonos móviles, ordenadores o tabletas.
Los viejos programas de radio, como las máquinas de escribir y los discos de vinilo, se han puesto muy de moda entre las generaciones más jóvenes. ¿Significa esto una revuelta contra la tecnología? Probablemente no. Pero quizá sea una reacción contra las redes sociales, la tecnología inteligente en constante desarrollo y la complejidad de la vida moderna. Parece haber un interés creciente por las cosas antiguas, las que son mecánicas y hacen ruido, las que no son perfectas y las que se pueden arreglar en vez de tirar. Utilizar máquinas de escribir en lugar de ordenadores y escuchar discos de vinilo en lugar de canciones descargadas se han puesto muy de moda y parecen estar en alza. A mucha gente le gusta ahora jugar a máquinas mecánicas de pinball e incluso a viejos juegos de arcade como Space Invaders o Pac Man.
Creo que es estupendo tener tanto lo viejo como lo nuevo. Pero me pregunto si volverán algún día las plumas estilográficas, los teléfonos de disco y el papel carbón. Quizá haya un podcast sobre eso.
Me encantaría que me lo dijeras. Envíame tus pensamientos y los publicaré en el blog del mes que viene.