Un Boletín Electrónico de Salud Mental de Joel I. Kimmel, Ph.D., P.A. & Associates
Volumen 12, Número 7
Los días de perros del verano han llegado. Julio nos ha traído calor, lluvia y más lluvia. Mientras mucha gente está de vacaciones, hay padres que cuentan los días que faltan para que sus hijos vuelvan al colegio. En nuestra consulta, seguimos muy ocupados proporcionando terapia y evaluaciones. La gente está frustrada, asustada y enfadada. Constantemente oímos comentarios sobre el estado de nuestro gobierno, independientemente del partido político al que pertenezcan, y preocupaciones sobre lo que nos espera. Los medios de comunicación, además, parecen implacables a la hora de ofrecer predicciones sensacionalistas y a menudo funestas, aunque suelen equivocarse. El resultado para muchas personas es un sentimiento de impotencia y depresión. En estos días es importante ser consciente de cómo te sientes y encontrar formas de hacer frente al estrés. Te sugerimos que seas consciente de tu estado emocional, limites la cantidad de noticias que recibes y practiques ejercicios para reducir el estrés. Si es necesario, busca un terapeuta que te ayude y apoye.
Nuestra carta electrónica de julio pregunta ¿Sufres tecnofobia? El blog del Dr. K continúa con su décima entrega y nuestro correo electrónico del mes trata sobre la Historia de los Refranes Comunes. Esperamos que la información adjunta te resulte útil e interesante. También te damos las gracias por leer nuestras cartas electrónicas y por los numerosos comentarios positivos y sinceros que hemos recibido.
Noticias prácticas
Terapia de bajo coste. Ahora podemos ofrecer terapia a menor coste. Tara Passaretti, LMHC, es consejera de salud mental licenciada y consejera certificada por la Junta Nacional, y tiene una amplia experiencia trabajando con niños y familias en la práctica privada y en el sistema judicial. Como nueva asociada, puede ofrecer asesoramiento a un precio mucho más bajo. Si necesitas un terapeuta pero no tienes seguro o no puedes permitirte los elevados copagos, Tara estaría dispuesta a atenderte. Para más información o para concertar una cita, llama a nuestra oficina al 954 755-2885.
Pruebas. Si te preocupa la escolarización de tu hijo el año que viene, el verano es un momento excelente para que lo evalúen. Las preguntas típicas de los padres van desde si su hijo es superdotado hasta si tiene una discapacidad que pueda dar derecho a adaptaciones en su colegio. Nuestra consulta realiza distintos tipos de evaluaciones para ayudar a responder a esas preguntas. Puedes encontrar información sobre las pruebas en nuestro sitio web. Si tienes preguntas más concretas, ponte en contacto con el Dr. Kimmel o Paul Dolnick.
Grupos de apoyo. Nuestros grupos semanales de terapia continua han tenido bastante éxito y llevan funcionando más de dos años. Un grupo de apoyo para hombres y otro para mujeres están dirigidos por el Dr. Jim Kaikobad y se reúnen durante una hora y media. Este grupo confidencial es educativo y de apoyo y está limitado a 8 personas.
Los beneficios de estos grupos incluyen una importante reducción de costes, eficacia en el tiempo y el apoyo y la comprensión de otros miembros que experimentan problemas similares. Si tú o un familiar queréis participar en alguno de estos grupos, ponte en contacto con Jillian en nuestra oficina, llamando al 954 755-2885.
En nuestra página web, www.kimmelpsychology.com/e-letters/, puedes descargarte los folletos de nuestras cartas electrónicas anteriores. Te invitamos a leerlos y descargarlos si lo deseas.
¿SUFRES TECNOFOBIA?
Nuestro mundo se ha vuelto cada vez más dependiente de la tecnología, lo que ha dado lugar a una afección conocida como tecnofobia. Aunque no es nueva, la tecnofobia se refiere a un miedo constante y persistente a todo lo tecnológico. Se refiere a sentirse gravemente ansioso ante la tecnología. Hoy en día, se refiere básicamente al miedo a los ordenadores, teléfonos móviles, tabletas y cualquier dispositivo inteligente. Paradójicamente, la tecnología está pensada para hacernos la vida más fácil, pero en realidad nos la complica aún más. A veces tenemos empinadas curvas de aprendizaje que nos obligan a aprender a utilizar estos dispositivos más complicados.
Históricamente, la tecnofobia cobró importancia durante la Revolución Industrial, cuando las máquinas empezaron a sustituir a los trabajadores. En 1675, un grupo de tejedores destruyó los telares que sustituían sus puestos de trabajo. En 1811, un grupo de artesanos británicos contrarios a la tecnología, los luditas, destruyeron telares y amenazaron con disturbios. Las películas y los medios de comunicación también han contribuido al miedo de la gente a la tecnología. Películas como Frankenstein, la serie Terminator, Metrópolis, Tiempos Modernos, Blade Runner, Matrix y El día que la Tierra se detuvo, entre otras, han dado lugar a la percepción de un futuro sombrío en el que las máquinas amenazan o controlan a la humanidad.
Hoy en día, las personas que padecen tecnofobia sienten ansiedad o incluso pánico cuando se enfrentan al uso de nuevos aparatos, como ordenadores, teléfonos móviles, televisores inteligentes, tabletas o incluso cajeros automáticos. Tienen dudas sobre sí mismas y tienden a evitar estos aparatos, dependiendo de otras personas para utilizarlos. Pueden sentirse abrumados y resistirse a aprender lo que consideran instrucciones complejas. La evitación del uso de la tecnología les da una sensación de alivio que, en realidad, refuerza la respuesta de evitación.
Pero, ¿qué es realmente lo que hace que la gente se sienta ansiosa? No parece haber una causa específica para la tecnofobia, aunque existen varias teorías. A menudo, la gente tiene miedo al cambio y a no ser capaz de manejar lo nuevo. La tecnología, que cambia constantemente, exige aprender nuevas instrucciones y realizar los procesos de forma diferente. Mientras que las generaciones más jóvenes parecen adeptas a esto, muchos miembros de la generación mayor se resisten al cambio, lo que crea una gran división. A veces, los problemas emocionales no resueltos del pasado pueden desencadenar los miedos actuales. Factores de personalidad como la baja autoestima y la inseguridad también pueden hacer que la gente evite cualquier cosa nueva que pueda considerarse amenazadora. Por último, las experiencias traumáticas pasadas con la tecnología, como el robo de identidad, pueden provocar evitación y retraimiento.
Los síntomas de la tecnofobia incluyen la evitación o reticencia a utilizar la tecnología, la falta de voluntad para aprender o actualizar los conocimientos sobre dispositivos tecnológicos, criticar la nueva tecnología o utilizar racionalizaciones como Me las he arreglado hasta ahora sin tecnología y puedo arreglármelas sin ella». Los síntomas físicos de la ansiedad incluyen mareos, palpitaciones, pensamientos confusos, sensación de distanciamiento, miedo a perder el control y respiración entrecortada.
La mejor forma de superar la tecnofobia es considerarla un trastorno de ansiedad. Es importante aceptar que se tiene fobia a la tecnología y admitir que se trata de un problema. Las técnicas de reducción del estrés, el ejercicio y cambiar las creencias irracionales por otras positivas pueden ser muy útiles. El conocimiento de la tecnología por parte de personas expertas en tecnología o mediante tutoriales en vídeo puede ayudar mucho a reducir el miedo. Educarse poco a poco y dar pequeños pasos puede conducir al éxito. Por último, la terapia cognitivo-conductual puede ser útil para superar la resistencia al cambio y comprender las ventajas de la tecnología.
Te ofrecemos la siguiente información sobre ¿Sufres tecnofobia?
¿SUFRES TECNOFOBIA?
Se ha hecho terriblemente evidente que nuestra tecnología ha superado
nuestra humanidad – Albert Einstein
LO QUE HAY QUE SABER
- Tecnofobia es un término acuñado en los últimos 15 a 20 años para describir un miedo constante y persistente a la tecnología avanzada, especialmente a los ordenadores y los teléfonos móviles.
- Se caracteriza por una ansiedad grave relacionada con cualquier cosa tecnológica
- La fobia a la tecnología puede ser muy limitante y hacer que la gente rehúya el uso de ordenadores, teléfonos móviles y aparatos inteligentes que son un pilar de nuestras vidas.
- La tecnofobia adquirió importancia en la Revolución Industrial, cuando las máquinas sustituyeron a los trabajadores cualificados; en 1675 los tejedores destruyeron las máquinas que sustituían sus trabajos
- La tecnología provoca cambios rápidos en todo en nuestras vidas: nuestro trabajo, nuestra vida social, nuestras comunicaciones, nuestra salud, etc. Nada queda al margen de la tecnología
- El cambio tecnológico se produce rápidamente seguido de una rápida aceptación por parte de nuestra cultura
- El cambio, especialmente rápido y nuevo, puede provocar ansiedad, inseguridad y pérdida de control
- A medida que la tecnología avanza con nuevas aplicaciones y avances, aumentan los miedos irracionales
- La ansiedad puede verse aumentada por los medios de comunicación y películas como Terminator, Metrópolis, Frankenstein, Tiempos Modernos, Yo, Robot, etc.
- Los tecnófobos tienden a tener miedo/pánico a utilizar dispositivos tecnológicos porque piensan que pueden ser demasiado complicados y las instrucciones demasiado difíciles de seguir
- Para la generación de más edad, no poder utilizar ordenadores y aparatos electrónicos como sus hijos o nietos puede provocar baja autoestima, dudas sobre sí mismos y evasión.
- Los síntomas conductuales de la tecnofobia incluyen:
- evitación y/o reticencia a utilizar ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos móviles, etc.
- falta de voluntad para actualizar los conocimientos sobre los dispositivos tecnológicos
- criticar las nuevas tecnologías
- Los síntomas físicos incluyen mareos, palpitaciones del corazón, pensamiento confuso, sensación de desapego, miedo a perder el control, falta de aliento
- La brecha, a menudo por edad, entre tecnófobos y tecnófilos aumenta a medida que la tecnología avanza y se hace más difícil de entender
- La gente a menudo se vuelve más dependiente de la tecnología a medida que ésta se vuelve más compleja; simplemente siguen instrucciones en lugar de pensar críticamente las cosas
- Aunque la tecnología tiende a hacernos la vida más fácil, en realidad puede complicárnosla, ya que los dispositivos pueden ser más complicados y difíciles de aprender
- Las causas de la tecnofobia incluyen problemas emocionales pasados no resueltos, baja autoestima, experiencias negativas o dolorosas con la tecnología y un miedo general al cambio
- Admite que eres tecnófobo y reconoce que es un problema
- Comprométete a aceptar el cambio y a aprender a utilizar las nuevas tecnologías
- Edúcate tomando una clase, viendo tutoriales en youtube, utilizando motores de búsqueda
- Utiliza técnicas de reducción del estrés, como la respiración profunda, cuando estés ansioso
- Reconocer los pensamientos irracionales y cambiar a pensamientos más racionales
- Busca ayuda profesional si te ves incapaz de superar tu ansiedad tecnológica
¡QUÉ HACER!
PODEMOS AYUDAR
Llámanos al 954 755-2885 o envíanos un correo electrónico a [email protected]
Doctor Joel I. Kimmel P.A. y Asociados
5551 N University Drive, Suite 202
Coral Springs FL 33067
Copyright © 2017 por Joel I. Kimmel, Doctor en Filosofía.
Blog del Dr. K
20 de julio de 2017
Han pasado ya diez meses desde el día en que falleció mi esposa. Pienso en el año pasado por estas fechas, cuando planeábamos celebrar nuestro aniversario en un viaje a Oregón y Washington. En lugar de eso, pasamos esos días en el hospital Holy Cross esperando que se recuperara de su enfermedad. Fue una época terrible. Estaba tan llena de vida hace un año y tan ilusionada por irse de vacaciones y, sin embargo, en unas pocas semanas, fallecería.
Estoy llena de muchas emociones y creo que lo estoy afrontando mejor que antes. Sigo manteniéndome ocupada en el trabajo, lo que me ayuda mucho. Quizás me estoy acostumbrando a estar sola. Estoy intentando ver su fallecimiento de forma diferente, en términos de que no sufrió mucho, que no tuvo que vivir conectada a un respirador, que tuvo una vida maravillosa y que fue querida por muchísima gente. Esto ayuda y quizá forme parte del proceso de duelo. Sé que las próximas seis semanas serán duras, pero mi familia y yo lo superaremos, porque ¿qué otra opción tenemos?
La echo mucho de menos y a menudo me encuentro deseando contarle cosas que me han pasado o experiencias que normalmente compartiría con ella. Pero ella no está. Se lo cuento de todos modos. A menudo oigo a sus amigos que también están de duelo y les cuesta aceptar su pérdida. La echan de menos y, de algún modo, creo que el hecho de que me lo cuenten les ayuda. A veces sigo sintiendo su presencia, lo cual es reconfortante, pero su ausencia es enorme para mí. A menudo me preguntan cómo estoy y ¿qué se puede decir?
Les digo que sigo adelante.
20 de junio de 2017
Este mes se cumplen nueve meses de la muerte de mi mujer. Todavía me cuesta creer que se haya ido. Pienso en ella con frecuencia y recuerdo muchos de los grandes momentos que pasamos juntos. Sigo esperando que esté en casa cuando llego o que coja el teléfono y oiga su voz. Algunos días creo que me estoy acercando a la aceptación y otras veces, es tan doloroso como el primer día.
En esta época del año planeamos nuestras vacaciones. Siempre me hacía ilusión viajar con ella, cosa que hacíamos todos los años desde que nos casamos. Ahora las vacaciones no me interesan. No quiero viajar solo y sin embargo no hay nadie con quien quiera ir a ningún sitio. Visitaré a otros, pero no me apetece ir sola a las vacaciones de aventura que solíamos tener. Estoy segura de que se me ocurrirá algo.
Sigo yendo a clases de yoga y siento su presencia sobre todo cuando me dejo llevar. En casa, cuando me relajo y me abro, también siento su presencia. No puedo describirlo y no es con palabras, pero de alguna manera sé que está ahí. Estoy segura de que me visita y siento un gran consuelo cuando esto ocurre. Sin embargo, sé que todavía estoy muy dolida. Espero que se cure con el tiempo.
20 de mayo de 2017
Esta es una entrada difícil de escribir.
Fue un mes difícil para mí, ya que destacó la ausencia de mi mujer debido a varios acontecimientos.
Estuve fuera del país durante dos semanas y media. Antes de irme, yo me ocupaba de los preparativos y del equipaje. Pero solíamos hacerlo juntos. Normalmente llevaba a casa un regalo para ella, pero esta vez no. Y cuando llegué a casa, ella no estaba allí para que yo compartiera mis experiencias. La eché más de menos.
También fue el primer Día de la Madre sin ella. Una vez más, no pude hacerlo especial para ella. La tuve presente todo el día. Esto fue difícil para mis hijos, lo que lo hizo aún más difícil para mí. No sólo me duele a mí, sino también a ellos, y todos la echamos de menos.
También teníamos que asistir a un Bat Mitzvah. Fue el primer acontecimiento familiar sin ella y todos la echamos de menos. No parecía lo mismo sin ella. ¿Cómo se participa en un momento alegre cuando se está de duelo?
Por último, la escuela donde mi mujer abrió, desarrolló y dirigió el Centro de Medios de Comunicación le dedicó un acto. Bautizaron la biblioteca con su nombre y colocaron su foto y su cita favorita sobre la entrada. Colegas con los que trabajó y antiguos alumnos compartieron sus recuerdos de ella. Mi familia y yo creamos un premio legado que se otorgará cada año en su nombre a un estudiante aficionado a la lectura. La dedicatoria fue preciosa y fue muy significativo escuchar cómo afectó a las vidas de tantas personas y al futuro de sus alumnos. Le alegraría saber que muchos de sus alumnos aman los libros y les encanta leer, todo gracias a su amor por la lectura. Su presencia estaba en todas partes.
Así que tengo un gran orgullo, pero mezclado con echarla mucho de menos.
17 de abril de 2017
No sé si el tiempo realmente ayuda, pero el dolor no es tan intenso ni tan frecuente. Hay momentos de intensidad en los que echo mucho de menos a Jill pero son menos frecuentes. Tal vez me estoy haciendo a la idea de que ya no está. Quizá sea lo que llamamos resiliencia. O puede que simplemente me haya acostumbrado a estar sola.
¿La echo de menos? Sí, mucho. Pero no tan desesperadamente como antes. Creo que me estoy acostumbrando a estar solo. La primavera ha traído muchas primicias. Por primera vez en cincuenta años, no ha estado en nuestros Seders. No está aquí para planificar nuestros viajes de verano. No está aquí para celebrar los cumpleaños.
Pero creo que está con nosotros en espíritu. De hecho, no sé cómo explicarlo, pero he sentido su presencia. No puedo expresarlo con palabras, pues es sólo una sensación, pero creo que está conmigo y que me siento reconfortada. La echo mucho de menos, pero estoy decidida a seguir adelante por mí, por mis hijos, por mi familia y por mis pacientes. Ella no querría menos.
20 de marzo de 2017
En primer lugar, me gustaría daros las gracias a todos los que leéis este blog y os habéis sentido movidos a tenderme la mano. Personas a las que hacía décadas que no veía o con las que no hablaba me han enviado sus más sinceros deseos y sus recuerdos personales de mi esposa. Ella tuvo un gran y hermoso impacto en la gente y realmente tuvo una vida bien vivida.
A veces me cuestiono si debería exponer mis experiencias personales, pero espero que al leer lo que estoy pasando, otros puedan recibir ayuda. Nuestra sociedad no nos prepara para afrontar la muerte de seres queridos. Así que, de alguna pequeña manera, quizá pueda ayudar.
A medida que pasa el tiempo, el duelo continúa. Ha cambiado un poco, pero hay momentos que siguen siendo muy difíciles. La parte más difícil ahora del proceso de duelo es la soledad. Ya han pasado más de seis meses y todavía me cuesta aceptar que se ha ido. Sigo esperando que entre por la puerta o verla acurrucada en su postura favorita leyendo un libro. Pero sé dolorosamente que eso no volverá a ocurrir.
La casa es grande y está vacía sin ella. Me encuentro llenando mi tiempo con tareas sólo para mantenerme ocupado, pero cuando estoy solo, me duele. La echo de menos a ella y a nuestra vida juntos. Me siento tan impotente que no puedo recuperar aquellos días. Creemos que controlamos tanto nuestras vidas. Y lo tenemos para algunas cosas, pero para la mayor parte, no. Sólo tenemos que aceptar lo que es y lo que será. Aceptar lo que no quieres aceptar es toda una lucha.
Estoy lidiando con la soledad estando con amigos, tomando clases de yoga y viendo a mi hijo y a mi hija. Sin embargo, siempre hay momentos en los que duele de verdad; no hay palabras para describirlo. Pero, ¿qué otra cosa se puede hacer? Otras personas que han perdido a seres queridos me han dicho que con el tiempo mejorará. Espero que tengan razón.
20 de febrero de 2017
Ojalá pudiera decir que se ha hecho más fácil, pero no es así. Ha pasado otro mes y el dolor sigue siendo tan fuerte como siempre. Este mes ha sido el primer San Valentín sin mi mujer y el primer cumpleaños de mi hija sin ella. Ahora me doy cuenta de que habrá muchos, muchos «primeros», la mayoría de los cuales serán dolorosos.
Sigue siendo tan difícil creer que nunca volveré a mirar a los ojos de mi mujer. Nunca la besaré ni la tocaré como siempre hice. Nunca volveré a oír sus consejos o su apoyo. ¿Cómo se acepta el nunca, sobre todo cuando no se quiere?
Salgo un poco más. Veo a amigos para cenar pero, en su mayor parte, las noches permanecen vacías. La casa también se siente vacía. Mi vida es diferente. Lo que antes me parecía importante ahora lo es mucho menos, si es que lo es. La muerte cambia tu perspectiva, pero no puedes rendirte ni abandonar. Sigo trabajando y siento la satisfacción de ayudar a los demás a resolver sus vidas.
Tengo la suerte de tener amigos que se mantienen en contacto para ver cómo estoy. Tengo la suerte de tener hijos que, a pesar de su propio dolor, se mantienen en contacto conmigo. Tengo la suerte de haber vivido 50 años maravillosos con mi esposa.
Así que intento contar mis bendiciones.
Ahora creo que lo único que me ayudará en este proceso de duelo es el simple paso del tiempo.
20 de enero de 2017
Hace ya cuatro meses que falleció mi mujer y no puedo decir que se me haya hecho más fácil. Me he vuelto más ocupado y, en ese sentido, he estado preocupado y no estoy inmerso en la sensación de pérdida. Pero esos momentos en los que estoy sola y no hago nada son los más difíciles. Los amigos me han llamado y me han invitado para asegurarse de que estoy ocupado, pero siempre hay momentos de soledad que siguen doliendo. Racionalmente se que mi mujer se ha ido pero todavia no lo he aceptado ni quiero hacerlo. Mi vida es diferente. Yo soy diferente. Y nunca será igual.
No sé cuánto tiempo tardaré, si es que alguna vez lo hago, en curarme de esta pena. La gente me pregunta constantemente cómo estoy y me resulta muy difícil responder. Sé que tienen buenas intenciones y están interesados, pero ¿qué les dices? ¿Estoy bien? ¿No me va bien? En realidad me va bien y me mantengo ocupada. Eso es probablemente lo mejor que puedo decir ahora mismo.
Por todas partes hay recuerdos constantes de la vida que solía tener. Algunos son conmovedores y otros muy tristes. Dedicamos la nueva oficina a la memoria de mi mujer y al ver su foto tengo la sensación de que está conmigo todo el día. Me alegro de haberlo hecho.
También fui al cementerio con mi hija y fue, emocionalmente, una de las cosas más difíciles que he hecho nunca. Sin embargo, cuando nos fuimos sentí cierto consuelo.
Creo que mi periodo de duelo terminará cuando pueda aceptar de verdad que mi mujer se ha ido y que tuvo una vida maravillosa. Espero poder hacerlo algún día.
19 de diciembre de 2016
Ha pasado otro mes y no se hace más fácil. De hecho, las vacaciones acentúan el vacío y la pérdida. Son momentos muy difíciles y la impotencia de no poder cambiar lo ocurrido es abrumadora. Mantenerme ocupada me ayuda a distraerme del dolor, pero incluso cuando estoy rodeada de gente me siento sola. Lucho con la aceptación y aún no he llegado a ella y probablemente no lo haga en mucho, mucho tiempo.
También me doy cuenta de que he cambiado. Ya no tengo a mi mejor amigo con quien viajar, con quien hablar, de quien aprender y con quien compartir mis pensamientos privados. Mi mujer y yo crecimos y crecimos juntos y compartimos muchas, muchas experiencias maravillosas. Ahora esas experiencias han terminado y lo único que me queda son los recuerdos y las posesiones. Sí, mis hijos son maravillosos y tenemos una relación muy buena. Pero ellos también tienen su propio dolor con el que lidiar.
He descubierto que la muerte es la parte más dura de la vida. Racionalmente, comprendo que todos falleceremos en algún momento. Pero, ¿estamos preparados para ello? Doy gracias porque mi mujer no sufrió mucho; eso es una bendición en sí mismo. Pero la echo de menos.
He aprendido que, a pesar de todo lo que controlamos en nuestra vida, nunca tenemos realmente el control de lo que más importa. Me alegro de que tuviéramos una relación tan estrecha y cálida y, sin embargo, precisamente por eso, me duele ahora que ha fallecido.
21 de noviembre de 2016
Hace ya 2½ meses que murió mi mujer y la transición a la aceptación es extremadamente difícil. Cognitivamente, parece una tarea fácil. Pero emocionalmente, es una de las tareas más difíciles a las que me he enfrentado en mi vida. He hablado con otras personas que han perdido a seres queridos, que parecen ser las únicas que pueden comprender por lo que estoy pasando. Conocen las profundidades del vacío y la soledad que sólo se pueden experimentar cuando se pierde a la pareja. Es casi como un club de afligidos que nunca dejan de llorar. Simplemente parecen dejarlo a un lado para seguir adelante con sus vidas por su propio bien y el de los demás. Dicen que todo mejora, pero el dolor nunca desaparece.
¿Cómo se pasa de compartirlo todo con otro a estar solo? Las cosas que íbamos a hacer, los lugares a los que íbamos a viajar, las reformas de la casa, las películas que íbamos a ver, los amigos a los que íbamos a visitar y las nuevas experiencias de las que íbamos a aprender han desaparecido. Las tengo que hacer yo sola y sí, haré algunas de ellas, pero no es lo mismo. Las ideas que normalmente le transmitía a mi mujer o las opiniones en las que necesitaba su opinión, ahora las tengo que decidir sólo yo o mi familia y amigos.
Todo ha cambiado internamente, ya que ahora soy un «yo» y no un «nosotros».
El Día de Acción de Gracias está a la vuelta de la esquina y siempre ha sido una fiesta familiar para nosotros. Sí, estaré con mis hijos adultos, pero nuestra pérdida será primordial. Como siempre hacemos, daremos gracias por nuestra salud y por todo lo que tenemos en la vida. También daremos gracias por haber tenido a mi mujer en nuestras vidas durante todo el tiempo que la tuvimos. También daremos gracias porque ya no sufre y recordaremos su alegría, su ingenio, su amor por las personas, los animales y los libros, y su amor por nosotros.
Correo electrónico del mes
Nos gustaría dar las gracias a Steve K. por el siguiente correo electrónico:
Historia de los refranes comunes
UN VASO DE WHISKEY: En el viejo oeste, un cartucho del 45 para un revólver de seis cañones costaba 12 centavos, al igual que un vaso de whisky. Si un vaquero andaba escaso de dinero, solía dar al tabernero un cartucho a cambio de un trago. Esto se conoció como un «chupito» de whisky.
LAS NUEVE YARDAS ENTERAS: Los aviones de combate estadounidenses de la 2ª Guerra Mundial tenían ametralladoras alimentadas por un cinturón de cartuchos. El avión medio llevaba cinturones de 27 pies (9 yardas) de longitud. Si el piloto agotaba toda su munición, se decía que le había dado los nueve metros completos.
COMPRAR LA GRANJA: Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados recibían pólizas de seguro de vida por valor de 5.000 dólares. Esto era aproximadamente el precio de una granja media, así que si morías «comprabas la granja» para tus supervivientes.
CONTRATO ACORAZADO DE HIERRO: Surgió de los barcos acorazados de la Guerra Civil. Significaba algo tan fuerte que no podía romperse.
PASAR LA PELOTA / LA PELOTA SE DETIENE AQUÍ: La mayoría de los hombres del Oeste llevaban una navaja fabricada por la compañía de cuchillos Buck. Cuando se jugaba al póquer, era habitual colocar uno de estos cuchillos Buck delante del crupier para que todos supieran quién era. Cuando llegaba la hora de un nuevo crupier, se le entregaba la baraja y el cuchillo. Si éste no quería repartir, «pasaba la pelota» al siguiente jugador. Si éste aceptaba, «la pelota se acababa ahí».
RIFF RAFF: El río Mississippi era la principal vía para viajar de norte a sur. Los barcos fluviales transportaban pasajeros y mercancías, pero eran caros, así que la mayoría de la gente utilizaba balsas. Todo el mundo tenía derecho de paso sobre las balsas, que se consideraban baratas. El remo de dirección de las balsas se llamaba «riff» y esto se transpuso a riff-raff, que significa clase baja.
COBWEB: La palabra inglesa antigua para «araña» era «cob».
HABITACIONES DEL ESTADO DEL BARCO: Viajar en barco de vapor se consideraba el colmo de la comodidad. Los camarotes de los pasajeros de los barcos no estaban numerados. En su lugar, se les daba el nombre de los estados. Hoy en día, los camarotes de los barcos se llaman «camarotes».
DUERME DORMIDO: Las primeras camas se hacían con un armazón de madera. Se ataban cuerdas a través del armazón en forma entrecruzada. Encima de las cuerdas se ponía un colchón de paja. Con el tiempo, las cuerdas se estiraban y la cama se hundía. El propietario tensaba las cuerdas para dormir mejor.
SHOWBOAT: Eran teatros flotantes construidos sobre una barcaza que era empujada por un barco de vapor. Actuaban en pequeñas ciudades a lo largo del río Mississippi. A diferencia del barco que aparece en la película «Showboat», éstos no tenían motor. Eran llamativos y llamaban la atención, por eso decimos que alguien que se convierte en el alma de la fiesta es un exhibicionista».
SOBRE UN BARRIL: En la época anterior a la reanimación cardiopulmonar, se colocaba a una víctima de ahogamiento boca abajo sobre un barril y se hacía rodar el barril hacia delante y hacia atrás en un esfuerzo por vaciar los pulmones de agua. Rara vez era eficaz. Si estás sobre un barril, estás en graves problemas.
BARCAZA EN: La carga pesada se transportaba por el Mississippi en grandes barcazas empujadas por barcos de vapor. Eran difíciles de controlar y a veces chocaban contra muelles u otros barcos. La gente decía que «chocaban».
LAVADERO DE CERDOS: Los barcos de vapor transportaban tanto personas como animales. Como los cerdos olían tan mal, los lavaban antes de subirlos a bordo. El barro y otras inmundicias que se lavaban se consideraban inútiles «hog wash».
TOQUE DE QUEDA: La palabra «toque de queda» procede de la expresión francesa «couvre-feu», que significa «cubrir el fuego». Se utilizaba para describir el momento de apagar todas las lámparas y velas. Más tarde se adoptó al inglés medio como «curfeu», que luego se convirtió en el moderno «toque de queda». En las primeras colonias americanas, las casas no tenían verdaderas chimeneas, así que se encendía un fuego en el centro de la habitación. Para asegurarse de que el fuego no se descontrolaba durante la noche, se exigía que, a una hora acordada, todos los fuegos se cubrieran con una vasija de barro llamada «toque de queda».
BARRILES DE PETRÓLEO: Cuando se perforaron los primeros pozos petrolíferos, no habían previsto cómo almacenar el líquido, así que utilizaron barriles de agua. Por eso, hasta hoy, hablamos de barriles de petróleo en lugar de galones.
CALIENTE DE LA ROTATIVA: Cuando el papel pasa por la rotativa, la fricción hace que se caliente. Por tanto, si coges el papel nada más salir de la rotativa, está caliente. La expresión significa obtener Información inmediata
Hasta agosto…
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