Visita a la familia

Hace unas semanas, viajé a Nueva York con mi hija para visitar a la familia. Aunque sentía cierta aprensión por viajar, no dejé que eso me detuviera y reservé los vuelos. Mis amigos me habían dado consejos en ambos sentidos: no es seguro viajar o no es realmente un problema. Me preparé de antemano con varias mascarillas, desinfectantes y la intención de mantenerme alejada de la gente lo mejor que pudiera. Sabía que en el aeropuerto y en el avión tendría que llevar mascarilla, pero eso no era un problema. Hacía más de un año que no veía a mi hijo ni viajaba, y estaba decidida a hacer el viaje.

 

Me complace decir que la experiencia fue mejor de lo esperado, incluso mejor que cuando no había Covid. En el aeropuerto, todo el mundo llevaba mascarilla. En seguridad no había mucha gente y el control de la TSA transcurrió sin problemas. Sólo tuve que mostrar mi DNI y la tarjeta de embarque. Después de pasar por seguridad, la gente estaba dispersa, en los restaurantes e incluso en la puerta de embarque. Parecía que todo el mundo cooperaba entre sí, a diferencia de lo que hemos visto en las noticias. El personal de vuelo era cortés y probablemente estaba agradecido por tener el avión lleno.

 

El vuelo fue tranquilo y rápido y la gente mantuvo la compostura mientras esperaba su equipaje. Tuvimos casi la misma experiencia en el viaje de vuelta a Florida. La gente era amable y servicial. Me pareció incluso una experiencia mejor que antes de Covid.

 

Viajar en avión o no es una decisión tuya basada en tu tolerancia al riesgo. No estoy abogando por que viajes, sino simplemente informando de mi experiencia. Espero que esta pequeña vuelta a la normalidad continúe y que todos podamos llevar una vida más normal.