20 de octubre de 2020
Durante las últimas semanas he estado viendo películas y cintas antiguas mías y de mi familia. Aunque algunas de ellas son tristes, pues algunos miembros de la familia ya no están aquí, he aprendido mucho sobre mí y sobre mi familia. Mirando estas imágenes, recuerdo quién era, cómo he cambiado a lo largo de los años y cómo he llegado a ser quien soy. Ya no veo a mis padres a través de los ojos de un niño, sino a través de los ojos de un adulto que en realidad es ahora mayor de lo que eran en las películas. Puedo ver lo mucho que me parezco a ellos y lo mucho que me diferencio. También he visto a mis hijos, ahora adultos, como eran cuando eran jóvenes.
Estos recuerdos me han traído sentimientos de alegría, pero también lágrimas. La infancia de mis hijos fue tan fugaz y parece haber pasado en un abrir y cerrar de ojos. Quería aferrarme a aquellos años en los que la vida era mucho más sencilla. Hoy en día, estamos atrapados en tantas preocupaciones y centrados en los acontecimientos cotidianos que a menudo olvidamos quiénes éramos mientras intentamos salir adelante. También me he dado cuenta de que, a medida que me hago mayor, mis padres se han vuelto más listos.
Me alegro de tener estos recuerdos grabados del pasado. He aprendido mucho de ellos. Te animo a que mires tus fotos, cintas y películas de hace muchos años para ver quién eras y en quién te convertiste.